viernes, 29 de enero de 2021

Escasez de agua

Vivimos en la era de las crisis: económicas, políticas, culturales, sociales, morales, de la naturaleza, del agua. De las graves circunstancias artificiales por las que atravesamos (sequías, inundaciones, cambios de temperatura, hambre), el sistema capitalista y los centros imperialistas cargan con la principal responsabilidad. La contaminación y el saqueo del agua por las empresas privadas son formas inmediatas de catástrofes ambientales. No es casualidad que en plena crisis pandémica el agua se la cotice en Wall Street al alza. La alteración del ciclo del agua ha cambiado los patrones de la reproducción de la naturaleza.

La vida de todos los seres está en un potencial riesgo, se considera que apenas solo el 2,5% del agua total es dulce. América Latina y el Caribe tienen el 31% de reservas de agua; Asia del Este y Pacífico, el 22%; América del Norte, 21%; Europa y Asia Central, 12%; África Subsahariana, 9%; Asia del sur, 4%; Oriente Medio y Norte de África, 1%.

Según la OMS el 85% de las enfermedades en el mundo se asocian a la escasez y contaminación del agua. Tres millones de personas por año fallecen por diarrea, disentería o enfermedades hídricas. Desde 2010 las megaciudades enfrentan escasez de agua. Actualmente, la quinta parte de la población del planeta, 1400 millones de personas, no tiene acceso al líquido vital. Treinta días al año, 2700 millones de personas no tienen agua. Una de cada cuatro de las 500 ciudades más grandes del mundo padecen de fuertes restricciones, hay menos de 1700 millones metros cúbicos de agua por persona. El Banco Mundial dice que hay escasez de agua cuando se reciben menos de 1000 metros cúbicos de agua potable anuales por persona. El 80% del agua residual mundial, industrial y municipal, se libera sin tratamiento previo. El objetivo de saber la situación mundial del líquido vital no es catastrofista sino de actuación práctica, la defensa del agua como derecho humano es una acción revolucionaria. Los conflictos y guerras por el agua se agudizan cada día.

*Datos: ONU

Jaime Chuchuca Serrano

10/12/2020

 

 

¿Otra revolución verde? (1/2)

Datos que incomodan

Todos los movimientos ecologistas, hartos de tanta contaminación, enfermedad y calentamiento, han luchado con gran entrega a favor de la transición energética para dejar enterrado, nunca mejor dicho, el uso y abuso de recursos fósiles como el petróleo, el gas o el carbón. Ha sido gracias a estos esfuerzos, y a los evidentes y preocupantes desórdenes climáticos que ya padecemos, que se ha conseguido que, prácticamente, todas las administraciones favorezcan ahora aceleradamente el despliegue de las energías renovables –sobre todo, la eólica y la solar– como alternativa al modelo actual. Mi tesis, fácilmente errónea, me hace pensar que de nuevo nos equivocamos. Digo de nuevo porque no hace tanto llegó otra “revolución verde” para salvar el destino del medio rural y la agricultura, y no auxilió ni una cosa ni la otra. Detecto ahora, con preocupación, demasiados parecidos.

En aquellos años sesenta dijeron que se tenían que producir más alimentos, que se debía ganar en eficiencia y productividad. Y para cumplir con este deseo, tanto en la agricultura como en la ganadería se introdujeron una serie de tecnologías que lo harían posible. Las semillas híbridas, las semillas transgénicas, los fertilizantes sintéticos, productos químicos como los herbicidas, las hormonas de crecimiento, etc., fueron las varitas mágicas de esta revolución agrícola. Pero no dijeron que, con la introducción de estas ‘mejoras’, el mágico proceso de producir alimentos solo a partir de la energía del Sol y los abonos de la ganadería, acabaría convirtiéndose en un despilfarro de energía y que para producir una caloría gastaríamos diez. Ni que este enfoque cuasi militar de tratar a la tierra la dejaría extenuada. Ni que buena parte de todos estos suministros ‘absolutamente necesarios para modernizar la agricultura’ vendrían con la patente de una multinacional en el tuétano y que se tenían que adquirir fuera de tu finca, comprar fuera de tu comarca, fuera de tu país, fuera de tu continente. Nadie explicó entonces que muchos de estos recursos, como el petróleo o los fertilizantes sintéticos, son finitos.

Hace años que las tierras no se venden en función de su valor agrario, las compran más caras las grandes empresas porcinas para poder desprenderse en ellas de sus excesos de purines.

Por eso me pregunto, ¿a qué llamamos energías sostenibles, renovables o limpias? Si nos referimos a la solar o a la eólica deberíamos corregir la terminología porque si bien es cierto que el recurso es renovable –aunque te puedan hacer pagar por él o acabe cotizando en bolsa como los granos básicos o el agua–, la tecnología actual (subrayo, la tecnología actual) de paneles solares o turbinas eólicas no lo es. Depende de materiales minerales que son finitos. Algunos con existencias poco abundantes o críticas como el litio o el cobalto y otros muy escasos, por algo los bautizaron como “tierras raras”. En el caso de los molinos, leo que una turbina eólica contiene más de 300 kilos de neodimio, prometio y disprosio, elementos que son parte de esta exótica familia mineral. Y en una placa solar, leo que ‘solo’ el 5% de toda su composición usa estas tierras raras, pero el ejercicio matemático de multiplicar este pequeño porcentaje por la inmensa cifra de placas que se producen también da como resultado una cantidad altísima.

Incluso en casos de materiales más comunes, como el cobre, el uso creciente ligado a estas tecnologías lo convierte en un recurso fácilmente agotable. Como apunta la consultora Wood Mackenzie,“se necesitará un promedio anual de 450 mil toneladas hasta final de 2021 y de 600 mil toneladas por año entre el 2022 y el 2028, aunque para entonces varias minas ya habrán cerrado por agotamiento, generando un encarecimiento del precio de este mineral”. Otros estudios como el The limits of transport decarbonization under the current growth paradigm afirman que solo el uso de cobre en la electrificación de coches agotaría las reservas de este mineral en el 2050. Es decir, sin temor a equivocarnos, podemos anticipar la brutal aceleración minera que le espera a la Pachamama a cuenta de la sostenibilidad. El periodista francés Guillaume Pitron en su libro La guerra de los metales raros explica que “en el curso de los próximos treinta años, deberemos extraer más minerales metalíferos de los que la humanidad ha extraído en 70.000 años”.

En tiempos del boom de las renovables, quienes marcan el precio de la tierra, diez veces mayor que su valor agrario, son inversores que la adquieren para huertos solares o parques eólicos

Otra de las características que se repite en ambas revoluciones es cómo las dos se imponen por la fuerza a costa de usurpar la soberanía rural. La Política Agraria Común que implementó, y aún la empuja la revolución verde, lo hizo y lo hace desde los despachos de Bruselas obedeciendo a los lobbies de las multinacionales que son finalmente las grandes beneficiadas. Ahora solo debemos sustituir Monsanto por Glencore o Bayer por Iberdrola para entender quienes son los verdaderos beneficiados de los nuevos ‘monocultivos energéticos’. Más aún, igual que ocurre en las Bolsas de Chicago o Nueva York, donde empresas como Cargill o fondos de inversión de Goldman Sachs venden cosechas imaginarias de granos básicos para especular en cada contrato, los permisos para parques eólicos o solares también se subastan alegremente entre empresas, como ACS, Forestalia, y fondos de inversión que, muchas veces, ni tan siquiera desarrollarán ningún megawatio.

En manos del libre mercado, la especulación que sufre el precio de la tierra campesina es otro ejemplo de todo este despropósito industrializador impulsado por la revolución verde. Ya hace años que las tierras no se venden en función de su valor agrario, las compran más caras las grandes empresas porcinas para poder desprenderse en ellas de sus excesos de purines. Ahora, en tiempos del boom de las energías renovables, se repite el mismo patrón y quienes marcan el precio de la tierra, diez veces más cara que su valor agrario, son inversionistas que la adquieren para huertos solares o parques eólicos.

Como me comentaba estos días mi amigo Adrià, payes agroecológico en la comarca de l’Anoia (Barcelona), por su finca ya han pasado unos señores de negro para alquilarle “por cincuenta años y por mucho dinero las hectáreas de tierra llana y orientadas al sur, las mejores para los parques solares”, le dijeron.

Y moviendo negativamente su cabeza de un lado a otro, Adrià les contesto, “las mejores para la huerta”.

Gustavo Duch

Revista CTXT, enero 2021

 

martes, 20 de octubre de 2020

Audicion sobre Mineria en Lavalleja

 Comparto parte 1 y 2 de audicion del Frente de Lucha Ambiental Delia Villaba donde hablo de la nueva minera en el departamento de Lavalleja y los manejos de la clase politica en torno a ello.

Parte 1: https://drive.google.com/file/d/1ea11eyrfH7qK7-EYFjB01uKcs77nh6SA/view?usp=sharing

Parte 2: https://drive.google.com/file/d/1HfqhHftub5FF1AkcBxOm2fSkxOOHll_w/view?usp=sharing





miércoles, 30 de septiembre de 2020

VOLVER A EMPEZAR.

 

Nuevamente escribo hoy, pasadas las elecciones departamentales en las cuales dedicamos nuestro tiempo a difundir el programa departamental de UP en Lavalleja, para dejar en nuestro blog nuevas impresiones, nuevos sueños (que no son más que sueños viejos reciclados) y nuevas batallas que empezamos a librar, además de las viejas e interminables luchas que nos mantienen vivos.

Se termina casi, casi el año donde hemos vivido de todo, desde la gran farsa del covid hasta la vuelta del único deporte que nos apasiona: el rally.

Sin embargo debo hacer referencia a dos hechos graves y preocupantes: 1- la instalación de una nueva minera a cielo abierto en Lavalleja de extracción de hierro y la otra que nuevamente se comenzó a quemar basura a cielo abierto en el vertedero de Minas.

La lucha contra la minería a cielo abierto no es nueva para nosotros, hemos dedicado gran parte de nuestra vida a esa lucha y hoy más que nunca iniciaremos un proceso de enfrentamiento directo con la clase política del departamento para que esto se termine de una vez por todas, aun cuando sabemos que no hay un solo político en Lavalleja que esté dispuesto a pelear contra los grandes capitales de la minería; minera que empezara dentro de poco a destrozar, ubicada detrás mismo de villa serrana, zona de sierras lo que lleva a la destrucción no solo de las sierras de Carape sino también del monte nativo allí existente.

Lo segundo es, además de preocupante, vergonzoso. La señora Adriana Peña, actual intendenta del departamento, quien ha sido derrotada en las últimas elecciones departamentales y quien ha dado la espalda permanentemente a los temas ambientales durante 15 años (5 como diputada y 10 como intendenta) ha empezado nuevamente a quemar basura en el vertedero de Minas atacando la salud de la población y demostrando lo poco que le importa la gente; es seguro que inicia esto por despecho ya que el PN en Lavalleja le dio la espalda y se volcó masivamente a votar al otro candidato de ese partido, aunque sabemos que la IML no va a cambiar porque son la misma cosa uno que otro.


jueves, 30 de julio de 2020

jueves, 23 de julio de 2020

martes, 21 de julio de 2020

VENENOS AL SANTA LUCIA



La contaminación del Rio Santa Lucia, que provee de agua a más de la mitad de la población del Uruguay, comienza en nuestro departamento de Lavalleja producto de la inacción de los gobiernos departamentales de tomar medidas para cuidar nuestro bien más preciado.
El Rio Santa Lucia nace en una zona altamente forestada por monocultivo de eucaliptus, estos monocultivos utilizan enormes cantidades de plaguicidas, hormiguicidas y herbicidas que terminan en los cursos de agua, además de la gran cantidad de agua que absorbe el monocultivo forestal en su etapa de crecimiento, esto provoca las enormes bajantes (y falta) de agua en épocas de poca lluvia. Además de esto recibe mucha contaminación producto de la producción lechera del departamento, principalmente por la utilización de grandes cantidades de fertilizantes en praderas de los tambos. Por último recibe grandes cantidades de contaminación de sus principales afluentes dentro del departamento como el arroyo El Soldado, arroyo Campanero que llega unido al arroyo San Francisco. Si creáramos un mapa comenzaríamos por el arroyo El Plata quien desemboca en el arroyo San Francisco ya cargado con contaminación recibida de dos plantas de cemento ubicadas a sus orillas; el arroyo San Francisco nace muy cerca del límite con el departamento de Maldonado en zonas altamente forestadas por monocultivo de eucaliptus, recibe luego aguas que durante muchos años recibió abundante contaminación del Parque de Vacaciones UTE – ANTEL quien desde su fundación se autoabastecía de todo tipo de alimentos por lo que había además de lechería también porquerizas y pollería, todo iba a terminar al San Francisco quien más abajo recibe toda la basura y aguas residuales de la ciudad de Minas antes de desembocar en arroyo Campanero quien nace en sierras de Carape (limite con Maldonado) en zona altamente forestada también, pasando más abajo su curso muy cerca del vertedero municipal de la ciudad de Minas recibiendo grandes cantidades de basura en épocas de abundante lluvia y en el cual se quemaba basura a cielo abierto hasta hace pocos años.
Ahora se a sumado otro modo de contaminación altamente preocupante a las aguas del Rio Santa Lucia que es la soja transgénica que se a empezado a plantar en la zona oeste del departamento, el arroyo el Soldado y del propio Santa Lucia reciben grandes cantidades de pequeños cursos de agua de zonas que hasta ahora eran de producción agropecuaria y que ahora empican su cambio de producción hacia la soja transgénica que, al igual que el monocultivo forestal, utiliza grandes cantidades de herbicidas que van a parar a los cursos de agua.
Después de treinta años de gobierno, el partido nacional ha mirado para otro lado preocupándose mas por no molestar a los grandes productores que por cuidar la salud de la gente; los ediles de la junta departamental, sin excepción, han seguido el mismo camino; sin dudas es necesariamente urgente que el sistema político de Lavalleja empiece a preocuparse por este tema y a tomar medidas drásticas para cuidar el bien más preciado de la humanidad: EL AGUA.
21 07 2020 José María Gorgoroso-
Frente de Lucha Ambiental Delia Villalba - Unidad Popular